Lanzamiento del poemario “Tatatinangue” de la poeta Susy Delgado
Este martes 10 de octubre a las 19:30 h en la Biblioteca Municipal Augusto Roa Bastos de la Manzana de la Rivera, la escritora, narradora, poeta bilingüe guaraní-castellano y periodista, Susy Delgado presentará Tatatinangue, donde con versos sutiles y meditados demuestra una vez más que es una de las mayores poetas paraguayas de todos los tiempos.
"Diálogo entre el castellano y el guaraní, bruma trenzada a una cosmovisión y a un soliloquio en busca de sí mismo. Niebla mítica hecha de ecos, en un texto que se deshilacha" - Jorge Boccanera, poeta argentino.
"Poemario-testamento en el cual el sujeto poético ve aquella neblina que esparció su bruma vivificante en la creación del cosmos-mundo de sus palabras, resistiendo la agonia de un 'tatatina deshilachado" - Lilibeth Zambrano, Universidad de los Andes, Venezuela.
Teresita de Jesús Delgado Salinas, más conocida como Susy Delgado es una consumada poeta bilingüe porque usa por igual el castellano y el guaraní, es decir poco. Califico con ese rótulo a varios de nuestros poetas jóvenes que integran esta galería de poetas contemporáneos y lo digo cuando producen poemas de igual nivel estético en ambas lenguas.
Susy, además de eso, es capaz de recrear un poema en la otra lengua; es decir, tiene la capacidad de dar a un poema el mismo vuelo poético que tiene en el original al traducirlo a la segunda lengua, y esto sin considerar en cuál de las dos lenguas oficiales del Paraguay ha sido escrito originalmente el poema. En suma, es una traductora insigne de la poesía, una virtud que no abunda en razón de que es absolutamente incomparable la traducción de un texto común con la traducción de la poesía. En la primera se traducen ideas y hasta palabras; en la segunda se traducen imágenes, metáforas, comparaciones y muchísimas otras figuras literarias.
Susy tiene también el mérito de vivir de su trabajo literario, el cual abarca el periodismo cultural, la traducción y otros aspectos que en su conjunto le permiten ganarse la vida con el ejercicio de las letras. En este punto se diferencia de la inmensa mayoría de los intelectuales que nos ganamos la vida con una actividad determinada, ejerciendo el arte literario en forma marginal. Cuando fue cancelada la página literaria en el último periódico paraguayo que todavía la publicaba, Susy fue despedida y dejada sin trabajo; entonces gestionó el auspicio de algunas empresas y publicó su propia revista literaria bilingüe TAKUAPU. Con dicho gesto ratificó su vocación y fidelidad a la literatura. Siempre será un mérito aquí y en cualquier país que el intelectual viva de su actividad propia.
Un tercer mérito que encuentro en Susy es que ella ha sido una de las primeras poetas paraguayas que decidió publicar todos sus poemarios en versión bilingüe. Cuando publicó sus primeros libros de esa forma, por ejemplo Tataypýpe - Junto al fuego; Tesaraí mboyve – Antes del olvido, etc., me pareció una práctica inapropiada y asumí una actitud muy crítica con respecto de la misma. Eran los tiempos en que yo escribía mis cuentos en guaraní y prohibía expresamente en el prólogo del libro la traducción a cualquier otra lengua, argumentando que escribía sólo para el pueblo paraguayo y para ningún otro pueblo del mundo; era mi propósito establecer con mi pueblo la más profunda comunicación, hacer que se vea reflejado en mis obras, y que tenga el orgullo de tener una literatura absolutamente propia. En suma, quería que se me lea sólo en guaraní. De esta postura radical descabalgué después de participar del Taller Continental de Escritores en Lenguas Indígenas de América, en México D.F. en el año 1997. En la ocasión defendí ante el foro mi posición y fui severamente cuestionado por los colegas. En aquellos años ellos operaban de igual modo que Susy en el Paraguay, publicando poemarios bilingües: Zapoteco – Español, Naguatl – Español, etc. Cuando vieron mi empecinamiento uno de los colegas me preguntó: “¿Usted no ha leído a los clásicos franceses, ingleses, rusos, etc.?” Contesté que sí y agregué que leí a los clásicos rusos desde Tolstoi hasta Solzhenitsyn. El colega aseveró: “Ah entonces usted lee el ruso”. Sorprendido le contesté que no y agregué que esas obras las he leído en castellano. Sobre la marcha el colega me espetó: “Entonces usted leyó traducciones; tuvo acceso, aprovechó y disfrutó de esa literatura a través de su lengua y no de la original”, y agregó: “eso es y será así siempre porque las obras de arte no reconocen tiempos ni fronteras geográficas, políticas ni culturales; simplemente son patrimonio de toda la humanidad”.
Sintiéndome arrinconado con el peso de estos argumentos salí argumentando con la consabida teoría de que a pesar de ser así mi lengua era intraducible; que existían expresiones imposibles de ser traducidas y que las traducciones traicionan al texto, según el viejo aforismo tradutore traditore. Sobre el punto salió otro colega a argumentar que: “si bien en algunos aspectos la obra poética pierde nivel al traducirse, el buen traductor puede recuperar esa pérdida en los versos siguientes dando un mayor vuelo poético a la expresión originaria mediante los recursos de la lengua receptora”. Eso, me dijo, “depende de la capacidad del traductor” y agregó: “por eso es recomendable que lo traduzca el propio autor”. Los colegas mexicanos publicaban obras siempre bilingües porque han tomado conciencia de que nuestros pueblos originarios son analfabetos en su propia lengua, como lo son también, en esas lenguas, los mestizos y criollos, de modo que la manifestación poética dada en estas lenguas solo pueden darse a conocer al mundo a través de las grandes lenguas de uso internacional.
De regreso de México y con esta experiencia comencé a valorar de veras la postura asumida tempranamente y la obra realizada por Susy Delgado, la cual desde entonces y hasta hoy es la única poeta paraguaya que opera de ese modo, siendo por ello mismo la poeta guaraní más traducida al inglés, al francés y a otras lenguas de uso internacional.
Como poeta Susy Delgado es absolutamente adulta; su obra es homogénea, elevada, exquisita y delicada desde sus inicios hasta hoy; no presenta altibajos; asume el lenguaje poético sin apartarse de modo completo del lenguaje lógico. Ella tiene sus medidas y no le permite al lector situarse en uno ni otro plano en forma exclusiva sino en ambos a la vez. Sus poemas apelan a la sensibilidad humana y al deleite intelectual. Escribió desde muy joven y son sus obras en forma cronológica
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